Aunque no es un término clínicamente oficializado, se conoce con este nombre a todo aquel estado mental o emocional complicado en el que cuanto más intentas salir, más atrapado te sientes.
Son aquellas circunstancias en las que cuanto más luchas por salir, más te hundes.
Estas situaciones, además, muchas veces no son accidentales, sino buscadas inconscientemente, de tal manera que repetimos patrones de complicación en distintas ámbitos de nuestra vida.
Quien padece este síndrome, son personas con tendencia a quedarse atascadas haciendo o mirando las cosas siempre de determinada manera, sin poder hacer o ver esa cosa de ninguna otra manera.
Las arenas movedizas reflejan la sensación de estancamiento, la imposibilidad de avanzar o seguir adelante en la vida, por eso es habitual que individuos que se encuentran en ese momento vital, sueñen que se hunden en arenas movedizas al encontrarse enredadas en sentimientos negativos, melancolía o arrepentimiento acerca de su pasado.
El proceso es el siguiente: aparece una intensa emoción que nos genera ansiedad, conflictos laborales o sobrecarga emocional, el intento de salir o controlar lo anterior nos envuelve en una espiral de mayor intensidad que finalmente nos produce colapso emocional, por ejemplo por agotamiento, siendo el intento de solución totalmente contraproducente.
Las Personas Altamente Sensibles son especialmente propensas a estas situaciones, ya que sienten los conflictos con enorme intensidad y piensan demasiado en las posibles consecuencias, al ser conscientes de todos los matices y sutilezas del ambiente y sienten culpa o miedo ante malentendidos en los que se haya podido herir a alguien; ante esto, se responsabilizan de todo, se agotan, se paralizan, puede que no elijan la mejor solución y al intentar arreglarlo compulsivamente, se sientan peor.
Si te encuentras en esta situación, habla con nosotros: la solución es más una cuestión de estrategia que de fuerza.
Son aquellas circunstancias en las que cuanto más luchas por salir, más te hundes.
Estas situaciones, además, muchas veces no son accidentales, sino buscadas inconscientemente, de tal manera que repetimos patrones de complicación en distintas ámbitos de nuestra vida.
Quien padece este síndrome, son personas con tendencia a quedarse atascadas haciendo o mirando las cosas siempre de determinada manera, sin poder hacer o ver esa cosa de ninguna otra manera.
Las arenas movedizas reflejan la sensación de estancamiento, la imposibilidad de avanzar o seguir adelante en la vida, por eso es habitual que individuos que se encuentran en ese momento vital, sueñen que se hunden en arenas movedizas al encontrarse enredadas en sentimientos negativos, melancolía o arrepentimiento acerca de su pasado.
El proceso es el siguiente: aparece una intensa emoción que nos genera ansiedad, conflictos laborales o sobrecarga emocional, el intento de salir o controlar lo anterior nos envuelve en una espiral de mayor intensidad que finalmente nos produce colapso emocional, por ejemplo por agotamiento, siendo el intento de solución totalmente contraproducente.
Las Personas Altamente Sensibles son especialmente propensas a estas situaciones, ya que sienten los conflictos con enorme intensidad y piensan demasiado en las posibles consecuencias, al ser conscientes de todos los matices y sutilezas del ambiente y sienten culpa o miedo ante malentendidos en los que se haya podido herir a alguien; ante esto, se responsabilizan de todo, se agotan, se paralizan, puede que no elijan la mejor solución y al intentar arreglarlo compulsivamente, se sientan peor.
Si te encuentras en esta situación, habla con nosotros: la solución es más una cuestión de estrategia que de fuerza.
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