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El empleado infiel

por | 20 Ene, 2025 | 0 Comentarios

Las personas son el alma de las empresas. Aún así, en numerosas ocasiones, los empleados pueden actuar mal, causando perjuicios materiales o económicos a la organización con el fin de dañarla.

Se trata de comportamientos nada éticos que, dependiendo de la gravedad, pueden llegar a ser delictivos.

¿Por qué actúa así el empleado? Por insatisfacción, venganza o beneficio propio. En numerosas ocasiones, se suele relacionar con un despido disciplinario.

Fraude, robo, uso indebido de datos o problemas de ciberseguridad son ejemplos de infidelidad del empleado, pero también:

1/ espionaje industrial: el empleado infiel, vende a la competencia informaciones sensibles para la empresa, datos técnicos de nuevos proyectos o diseños, datos sobre clientes o proveedores

2/ fuga de cerebros: es el aprovechamiento de todos estos datos en beneficio propio; el empleado infiel, abre de forma clandestina una empresa con la misma actividad laboral y explota toda esa información acumulada, derivando poco a poco clientes o proveedores hasta que su nueva empresa alcanza estabilidad económica para dejar después su puesto en la empresa que hasta entonces confió en él

3/ duplicidad de empleo: es el hurto del “know how” es decir, de los conocimientos técnicos que le ha dado su empresa a través de formación, cursillos o prácticas, para asesorar o trabajar en una segunda empresa de la competencia.

Medidas para controlar al empleado infiel:

1. Evaluación previa a la contratación del empleado: se trata de contratar a personas honestas, formadas y preparadas, incluyendo durante el proceso de selección, medidas como la verificación de referencias y comprobación de antecedentes similares
2. Procedimientos e instrumentos de control: es recomendable escribir protocolos sobre controles de seguridad y accesos, manejo de dinero y consecuencias en caso de ser infringidos
3. Incrementar la satisfacción del empleado: muchos casos de infidelidad laboral se relacionan con bajos niveles de satisfacción por parte del individuo. Favorecer la comunicación, programas de formación, sistemas de retribución y reconocimiento y planes de carrera que incidan directamente en la reducción de este problema. Un empleado motivado se siente parte de la empresa lo que aminora enormemente la probabilidad de prácticas infieles
4. Denunciar y perseguir los delitos cometidos: Con frecuencia, no se persigue adecuadamente ni se investiga la comisión de este tipo de delitos ni salen a la luz.

Cuando hablamos de infidelidad laboral, hablamos del enemigo en casa. Según algunas consultoras, el 7% de la facturación anual de las empresas, es el promedio de pérdidas causadas por este motivo.

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