El miedo al fracaso, o atiquifobia, es un miedo extremo que nos anula al pensar que podemos fracasar o cometer errores.
Las personas que padecen atiquifobia pueden responder de 2 maneras ante dicho trastorno:
– Evitándolo, de forma que la huida sea la única respuesta ante las situaciones que estén ligadas a producir cualquier tipo de fracaso.
– Sobrecompensándolo, de forma que la persona lleva cabo un sobre esfuerzo para evitar el fracaso.
Síntomas de la atiquifobia y formas en las que se manifiesta:
· Ansiedad intensa o nerviosismo extremo cuando nos enfrentamos a la posibilidad de fracasar.
· Procrastinación: aplazar continuamente tareas importantes debido al temor de no hacerlas correctamente.
· Autocrítica continua: tendencia a ser excesivamente crítico con uno mismo.
· Evitación de retos: rechazo a asumir riesgos o aceptar nuevos proyectos por miedo a fallar.
· Baja autoestima: sentirse menos valioso o incapaz debido a la sensación de no ser una persona exitosa.
· Búsqueda permanente del perfeccionismo
Laboralmente, es un miedo que impacta en el día a día de las siguientes maneras:
– Pérdida de oportunidades que podrían hacernos crecer
– Se dice “no” a trabajos, nuevas posibilidades o experiencias
– Inacción o ausencia de iniciativa para comenzar o plantearse nuevos retos profesionales
– Desánimo absoluto en la búsqueda de empleo
– Disminución del rendimiento del trabajador hasta situarlo por debajo del estándar promedio
– Alejamiento del resto de empleados y alteración a la hora de interactuar con los jefes
– Imposibilidad de buscar opciones para reinvención o reciclaje.
Para no sucumbir en el proceso sigue estos consejos: rebaja el nivel de autoexigencia, ponte metas diarias y realistas, tómatelo como un aprendizaje y, si la situación te supera, pide ayuda.
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