Cuando estamos sumergidos en la búsqueda de trabajo, sumergimos también nuestras emociones y nos frustramos cada día que pasa sin conseguirlo.
Mientras encuentras tu oportunidad, debes aprender a manejar tus emociones y a no dejar que la ansiedad te paralice:
1. Tómalo como un reto diario: dará sus frutos antes o después. Establece una rutina de búsqueda de empleo, una serie de horas diarias y, cumplidas, pasa a otra cosa
2. Relaciónate como siempre, no cambies tu vida personal: debes ver a tus amigos, cenar con tu pareja. Estar todo el día encerrado en casa sólo genera más estrés
3. Es el momento perfecto para formarte: amplías tu CV con los “cabos sueltos” que habías dejado hasta ahora y te mantiene motivado
4. Mantén hábitos de sueño y comidas: no descuidar tus horarios mantendrá tu ansiedad a raya
5. No te obsesiones ni centres toda tu vida en las ganas de encontrar trabajo: tienes un montón de cosas buenas a tu alrededor. No hables del tema continuamente
6. Plantéate cada entrevista como un aprendizaje: puede que no te seleccionen pero siempre se aprende
7. No olvides lo válido que eres: antes o después alguien sabrá valorarlo.
Es fácil venirse abajo y perder la motivación durante el proceso de búsqueda de empleo, pero no permitas que esto suceda. No te dejes llevar por la negatividad y mantén siempre una actitud positiva y optimista. Rodéate de personas que te escuchen, te apoyen y te motiven en todo momento.
Un billete de 50 € arrugado, sigue valiendo 50 €