Cuentan de la existencia de un reclutador que había nacido sin orejas. Aunque era un experto en su trabajo, se sentía acomplejado y obsesionado.
Un día necesitó contratar a un directivo para una compañía y, tras una primera selección, eligió tres candidatos para entrevistarlos personalmente.
El primero, conocía todo lo necesario para desempeñar su trabajo y parecía una persona interesante. Al final de la entrevista, el reclutador le preguntó:
– ¿Ha notado usted algo especial en mi persona?
– Sí claro, respondió, no pude evitar fijarme en que usted no tiene orejas.
Al técnico no le gustó esa demostración de franqueza y echó al candidato de su oficina.
La segunda entrevista fue con una mujer mucho mejor preparada que el primero. Al final, el reclutador le hizo la misma pregunta:
– ¿Ve usted algo diferente en mí?
– Bueno -contestó ella tartamudeando- a usted le… faltan las orejas.
De nuevo el seleccionador encolerizado la echó a gritos de su oficina.
El tercero de los entrevistados tenía el mejor currículum. Un joven muy inteligente con excelente presencia y parecía entender mejor el negocio que los anteriores. El reclutador lo tenía claro, pero igualmente para finalizar le preguntó lo mismo:
– ¿Tengo algo diferente respecto a los demás entrevistadores? Para su sorpresa, el joven le contestó:
– Por supuesto que sí: usted usa lentillas, ¿verdad?
El técnico quedó asombrado y gratamente sorprendido. Se dio cuenta de que estaba frente a una persona increíblemente observadora.
– ¿Cómo pudo usted saberlo?-le preguntó. El joven comenzó a reír y contestó:
– ¡¡ Obvio!! ¿Dónde se va a colgar las gafas si no tiene orejas?
Esta semana varios clientes se han extrañado mucho de algunas preguntas que les han realizado en sus procesos de selección. Y es importante no olvidar varias cuestiones:
– en una entrevista te preguntarán sobre los temas más diversos que aparezcan en tu CV, tanto de formación como de experiencia profesional
– para blindarte de lo anterior, una entrevista se prepara a través de las respuestas, no de las preguntas, porque es imposible preparar de antemano las infinitas preguntas que pudieran plantearte
– en una entrevista el aspecto fundamental a trabajar, es el psicológico, para evitar bloqueos, juicios y nervios innecesarios
– en una entrevista no puedes caer en la trampa de algunos entrevistadores que, bajo nuestro punto de vista, se entretienen demasiado o dan importancia desmedida a aspectos aparentemente irrelevantes de nuestro CV, porque son ellos los que nos están evaluando
– hay que saber mantener el equilibrio, la calma y la actitud correcta y esto hay que entrenarlo: no todas las entrevistas son fáciles, especialmente las últimas.
Si interpretan que no eres capaz de adaptarte a una situación de entrevista de trabajo, entenderán que no sabrás adaptarte al entorno laboral de su empresa.