Durante una entrevista para un ascenso laboral pueden ocurrir muchas cosas. Si bien la aspiración es salir triunfante de esa charla con tu jefe, existe la posibilidad de que no resulte como esperabas.
Las conversaciones que se mantienen sobre el futuro profesional siempre dependen de 3 componentes principales:
1.- tu relación con el interlocutor
2.- el momento adecuado
3.- la preparación de la entrevista
1.- aunque no debería ser importante, sería muy inocente pensar que esto no influye en el desenlace final; que tu director o gerente te conozca, sepa cómo trabajas y tenga confianza en ti, es un proceso que debe empezar desde el primer momento de la relación laboral. Esto no quiere decir que si tienes una relación cercana, el resultado siempre será positivo. De hecho, esto a veces dificulta mantener conversaciones sinceras
2.- siempre hay mejores momentos que otros; aunque si estás esperando a que llegue el momento perfecto puedes correr el riesgo de perder tiempo. Por ejemplo, si tu empresa está en medio de una crisis, en medio de una reestructuración, tras perder un cliente importante … estos serían los peores momentos para intentarlo. El momento apropiado es en tiempos benignos, de crecimiento y expansión económica
3.- tal vez el componente más importante; si no preparas la entrevista de ascenso, difícilmente lo conseguirás. Esta preparación debe incluir tus logros y retos conseguidos, tus motivaciones, lo que estás aportando a la empresa, tu visión sobre el negocio y tu propio futuro laboral, describiendo tus habilidades personales y tus competencias laborales.
Es necesario que dejes claro que cuentas con las capacidades necesarias para asumir nuevas responsabilidades y un mejor salario.
Si no lo haces, la oportunidad puede escaparse entre tus dedos.
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Pic by Tony Hermansen