La reincorporación al trabajo tras un período prolongado de interrupción (por cuidar de un familiar, excedencia por maternidad o período sabático), puede suponer todo un reto.
Según nuestra experiencia, el retorno al trabajo supone varios desafíos:
– Esfera Psicológica: vulnerabilidad, culpabilidad, temor a ser juzgado, aislamiento o pérdida de confianza
– Esfera Profesional: desconexión con el lugar de trabajo, pérdida de capacidades o desajuste tecnológico
La persona que reanuda su actividad debe hacer frente a múltiples tareas:
– retomar el ritmo laboral, organización de tareas y gestión de prioridades
– integrarse de nuevo a una empresa y un equipo de trabajo
– aprender a colaborar y a aceptar el nuevo estatus
Debes observar los cambios que ha podido haber en los sectores a los que pretendes reincorporarte, analizar las competencias que te caracterizan o si cabe la posibilidad de reciclarte, actualizar tu CV y habilidades válidas a los nuevos tiempos, reflexionar sobre el período en el que no has trabajado y qué puede aprovecharse, laboralmente, de cara a destacarlo en una entrevista de trabajo (que deberás preparar muy bien).
Prepárate para afrontar semanas e incluso meses difíciles, organiza lo que necesites, sé perseverante, ten confianza y, si lo necesitas, pide ayuda.
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