Si tu edad es superior a 50 años, caerán sobre ti una serie de prejuicios relativos a tu capacidad laboral que no puedes arrastrar a la hora de redactar tu CV:
· poca energía, achaques, absentismo superior, fronteras tecnológicas, barreras idiomáticas, conocimientos obsoletos, menor flexibilidad, pocas ganas de prosperar…
Tu CV debe estar enfocado a neutralizar estos estereotipos, demostrando a los directores de Recursos Humanos que no siempre (casi nunca) es así.
Deshazte de tu CV anticuado y redacta uno con las siguientes características:
– elige una plantilla atractiva para modelar tu CV, utilizando colores, formatos no tradicionales y más llamativos (sin ser psicodélicos); esto dará la impresión de que no te asusta la tecnología
– en la presentación/cabecera del CV, no te muestres como una persona de vuelta de todo; transmite ganas de aprender e ilusión
– concentra tu historia laboral en los últimos años (12/15); un CV no es una biografía, es un esquema sobre el bagaje a tus espaldas
– pon en valor tu experiencia y liderazgo para coordinar equipos de compañeros menos experimentados
– destaca tus capacidad de comunicación interpersonal y hasta tu rol como mediador en conflictos
– resalta tus logros y habilidades en un apartado independiente: subrayando aquellas que pienses que podrían diferenciarte del resto de los postulantes.
El objetivo de un buen currículum es provocar una entrevista, así que todo lo que consideres interesante o creas que te pueda beneficiar, no dudes en incluirlo.
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