La RAE define silo como: “lugar subterráneo, profundo y oscuro”.
El Síndrome de los Silos se refiere a esa situación en la que hay ciertos departamentos, unidades de negocio o grupos de personas, que no comparten información con otros compañeros dentro de la misma compañía.
Esta forma de proceder reduce la eficiencia, la moral y puede contribuir a la desaparición de la cultura productiva de la empresa.
Los silos organizacionales se pueden formar de varias maneras, algunas de las cuales son intencionales y otras no. Ejemplos:
· Silos departamentales u horizontales: un departamento está separado del otro (es el silo organizacional más común) y no hay comunicación entre ellos
· Silos verticales de rango o nivel: las personas o los equipos ocultan sus estrategias, objetivos o información importante, a los miembros del equipo que se encuentran en un nivel superior o inferior en la empresa
· Silos geográficos o por ubicación: cuando los equipos se segmentan en diferentes ubicaciones y los empleados de esas distintas ubicaciones no comparten información entre sí
· Silos por horarios de trabajo: ocurre en los equipos que trabajan en diferentes turnos u horarios que no comparten con compañeros de los otros turnos u horarios.
Los silos son característicos de una excesiva y mal equilibrada visión de la organización, a menudo imposibilita que las cuestiones interdepartamentales se resuelvan, se genera la necesidad de un “extra” de control y los costes de coordinación aumentan.
Las organizaciones que desean sacar el máximo provecho a sus capacidades tienen la necesidad de cooperar, crear sinergias y asignar recursos para que no se produzcan los silos, que complican los flujos de información para la toma de decisiones, la empresa se hace lenta y pierde agilidad.
El desafío está en desarrollar estructuras que ayuden a superar el poder y la mentalidad de estas unidades organizativas que lastran el desarrollo fluido de ideas y procesos.
efectosilos estructuraorganizativa rrhh silosorganizacionales
www.55grados.es