“Beefeaters”, es el nombre con el que se conocen a los Yeoman Warders, guardias que supervisan la Torre de Londres en Inglaterra, cuyo cometido oficial desde 1485 fue vigilar a los prisioneros de la Torre así como las Joyas de la Corona.
Para servir como Yeoman Warder, un solicitante debe tener un mínimo de 22 años de servicio en las fuerzas armadas británicas en tierra, mar o aire, junto con, al menos, dos medallas: la de servicio prolongado y la de buena conducta.
Los puestos en este cuerpo histórico son muy codiciados y la competencia por ocupar sus vacantes, es feroz.
Conseguir esta posición supone una dedicación, un esfuerzo, una paciencia y un compromiso que debería hacernos reflexionar sobre el hecho de que no podemos conseguir nuestros objetivos con prisa, sin experiencia, sin méritos y sin entrega. Y saber que todo cuesta y a veces llega.
Alcanzar una trayectoria profesional exitosa, es una carrera de fondo con innumerables obstáculos que hay que sortear para obtener las metas establecidas.
Ocupar la posición que deseamos es algo que requiere años de constancia, voluntad y planificación.
Es mejor subir los peldaños de las escaleras uno a uno para evitar tropezar y volver atrás o empezar de cero.
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