La respuesta más frecuente a un rechazo es el enfado y la frustración.
Personalizar la derrota en la empresa o entrevistador es un error frecuente.
Tras digerir el golpe, conviene ver en qué se ha fallado y tratar de mejorar, porque el orgullo es mal compañero de quien busca empleo.
La persona que hoy te dice no, mañana te puede decir sí, de ahí la importancia de analizar la entrevista a su finalización.
Pero, qué puedes hacer?
– Muévete más
– Piensa más
– Trabaja más
– Llama más
– Visita más
– Presenta más
– Actúa más
– Envía más
– Reúnete más
– Contacta más
– Mejora más
No hay más.
Menos quejas, menos lamentaciones, menos preguntas sobre la vida.
Piensa en lo que te sobra y no en lo que te falta y si quieres algo, haz lo imposible por conseguirlo.
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