La soledad laboral aparece cuando un empleado experimenta una falta significativa de interacciones sociales satisfactorias o se siente excluido de su entorno laboral, independientemente del contexto de trabajo. Se caracteriza por la sensación de aislamiento o falta de conexión emocional con sus colegas o el ambiente laboral en general.
Si la soledad es el sentimiento que se apodera de nosotros de forma negativa, cuando las ganas de relacionarnos con otras personas no se concreta, la soledad laboral, además, afecta a la toma de decisiones, el razonamiento, la creatividad y el rendimiento.
Los conflictos laborales, los equipos desestructurados, la cultura pobre de la empresa, el mal ambiente o el desequilibrio de condiciones pueden ocasionar que los empleados se sientan aislados. Si un trabajador siente que está siendo apartado, su nivel de desempeño se verá afectado, generando falta de compromiso que desembocará en desidia, creando así un clima laboral tóxico y enrarecido. Finalmente se distorsionará la atención hacia los objetivos empresariales planteados.
En nuestro espacio laboral es donde debemos mantener las mejores relaciones, ya que es donde pasamos la mayor parte del día.
Los vínculos fuertes entre compañeros de trabajo, incrementan el compromiso, se realiza un trabajo de mayor calidad y disminuye el absentismo.
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