El miedo al trabajo o ergofobia, es una enfermedad diagnosticada que nos paraliza e impide realizar nuestra actividad laboral con naturalidad.
Se trata de una ansiedad profunda que el individuo sufre antes, durante o después de acudir a su puesto de trabajo.
Las características principales son:
– Miedo desproporcionado: la persona presenta un miedo intenso, irracional y excesivo a su puesto de trabajo
– Miedo incontrolable: la persona se ve incapaz de gestionar y controlar su miedo. Esto puede resultar muy peligroso, ya que puede llevar al trabajador a evitar tareas o proyectos y, por tanto, a perder su trabajo
– Miedo persistente: el miedo debe ser persistente en el tiempo y normalmente será independiente de los factores externos que se le presenten al trabajador.
Algunas consecuencias son el descenso de la productividad y de la calidad del trabajo, sentimientos incontrolables de irritabilidad, preocupación o vergüenza y la formación de un autoconcepto negativo, lo que puede llevar a ataques de pánico y a la necesidad de seguimiento psicológico.
El miedo, afecta directamente al clima laboral, contribuye a levantar grandes barreras en la comunicación, coartando aquellos intercambios espontáneos que aportan valor a la mejora y el crecimiento de las compañías.
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